Tranquilidad y paciencia con Tchouaméni: la temporada es muy larga y todavía puede dar lo mejor de sí

Tchouaméni está en el foco de las críticas en este tramo inicial de competición.

Aurélien Tchouaméni
Aurélien Tchouaméni

El francés, víctima de muchas críticas injustas, no ha empezado la campaña de la mejor manera, pero todavía es muy pronto.

Son muchos los que están empezando a dudar acerca de su rendimiento y hay quien cree que no tiene futuro en el Real Madrid. Por lo menos, esa es la sensación que me da después de cada partido en el que el conjunto blanco no gana.

En mi opinión, creo que es lo fácil. Considero que no se está siendo justo. Bien es cierto que no está en su mejor versión, pero se resaltan más sus malos partidos que los buenos. Véase, por ejemplo, lo que dio de sí su fallo en el gol de la UD Las Palmas. Sin embargo, en contados sitios resaltaron su actuación frente al Real Betis Balompié.

Hay que tener paciencia y calma con él. Muchos consideran que en dos temporadas ya tenía que haber dado un paso al frente y marcar la diferencia que algunos esperaban. Este es el sentir que hay en ciertos sectores del madridismo.

El recuerdo de Casemiro y el ‘sueño’ de Rodrigo

A Tchouaméni le está tocando jugar con el papel de ser el jugador que ha llegado por Casemiro. Esto, evidentemente, juega en su contra, no porque esté lejos del nivel del club blanco, sino porque el brasileño es una leyenda de la entidad y futbolistas como él hay muy pocos. 

Además, en los últimos días se ha colocado a Rodri, centrocampista del Manchester City, en la órbita del club blanco. El internacional español está considerado por muchos el mejor en esa demarcación y es un jugador que gusta a la parroquia de Chamartín. Este hecho también ha provocado que todas las miradas estén en el ex del AS Mónaco de manera, y me vuelvo a reiterar, injusta.

 

 

Ancelotti piensa lo contrario

A pesar de todo lo que se va diciendo por ciertos portales de información, Carlo Ancelotti sí que apuesta por  el protagonista de este reportaje. El míster de Reggiolo estima que el ‘14’ es un jugador indispensable para dar equilibrio al centro del campo. A pesar de no ser tan vistoso para el espectador, un futbolista como el bueno de Aurélien es clave y muy querido por los entrenadores. Por este motivo, es una pieza indispensable en lo esquemas del míster de Reggiolo.

Carletto tiene un problema o, mejor dicho, un bendito problema al tener a dos perfiles de jugadores tan diferentes para esa demarcación. Camavinga y Tchouaméni son como la noche y el día y cada uno aporta cosas muy válidas en ciertos partidos o en varias fases de un mismo encuentro. 

Asimismo, estimo oportuno que el madridismo le dé a cada uno el valor que se merece y no genere disyuntivas, que son más propias de gente que solo quiere crear problemas en el vestuario. Esos debates entre quien debe de jugar no llevan a nada bueno. Es más, conviene resaltar que la temporada es más larga que nunca y, como tal, habrá momentos para todos.

 

 

La polivalencia de Tchouaméni

Más allá de lo comentado anteriormente, Ancelotti y su staff valoran positivamente a Tchouaméni porque también tiene un papel polivalente bastante destacado

Durante la temporada anterior ya se vio que puede ejercer de central sin ningún tipo de problema, llegando al punto de que para muchos puede ser un zaguero sobresaliente.

No seré yo quien me meta si debe jugar en el eje de la defensa o en la zona medular. En mi opinión, su naturaleza es la de un centrocampista y debe de jugar ahí. No obstante, conviene resaltar la tranquilidad que aporta con esta cualidad, no solo a su entrenador, sino al club en general.

 

 

Exigencia controlada

En definitiva, hay que exigirle a Tchouaméni. Está en el Madrid, es lo mínimo que hay que pedirle. Sin embargo, hay que hacerlo de una manera prudente y no siendo injustos ni poniéndolo en el foco de mala manera porque no da el nivel de Casemiro o porque algunos consideren que está unos escalones por debajo de Rodri. 

Tan solo tiene 24 años y está empezando su tercera temporada como madridista. Todavía es pronto para hacer juicios de valor que, personalmente, estimo que no llegan a nada. Confiemos en él, que ya ha dado muestras de lo que puede llegar a ser, y no nos precipitemos. Esto solo perjudicaría al Real Madrid.

Lo último que se vio del galo fue un partido brillante. Para ser más exactos, una actuación de matrícula de honor. Por tanto, es capaz de dar esa imagen y de rendir a un nivel que guste a todos.

Dentro del vestuario es querido. Sus compañeros lo apoyan y están a gusto con él dentro del terreno de juego. Tiene su peso en la plantilla y es uno de los que más aporta para que se respire un buen ambiente. Alguna vez se ha equivocado, no seré yo quien diga lo contrario. Pero, al fin y al cabo, es humano. Sin ir más lejos, se me viene a la mente el día que se fui a ver un partido de la NBA, mientras el Madrid estaba jugando frente al Villarreal los octavos de final de Copa. Pidió perdón y rectificó de inmediato. Eso, como dice el refranero español, es de sabios. Por tanto, démosle un voto de confianza y exijámosle… pero con tranquilidad. El curso que está por delante es muy largo